Cómo se revitaliza la piel tras dejar de fumar

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Si la belleza está a flor de piel, más te vale cuidar la tuya para que esté a la altura. Para un fumador veterano no es tarea fácil. Fumar reduce el aporte de oxígeno y nutrientes esenciales a la piel, lo que se traduce en arrugas prematuras, tono irregular y manchas de edad.

No existe una fórmula mágica para revertir los efectos de años de tabaquismo en la piel (si alguien la encuentra, que nos la cuente). Eso sí, una vez abandones el tabaco tu piel empezará a recuperarse poco a poco. A continuación, te contamos los cambios (para mejor, no te preocupes) que notarás en tu piel tras romper con el tabaco para siempre y lo que puedes hacer para potenciar el proceso de recuperación. (Como sabes, es aconsejable que consultes a un profesional sanitario antes de introducir un cambio importante en tu estilo de vida).

  1. Brillarás con luz propia
    Qué le ocurre a tu cuerpo: Al prescindir del cóctel de sustancias tóxicas de los cigarrillos, tu piel volverá a recibir el oxígeno que necesita y esto, unido al incremento del riego sanguíneo a los órganos, los niveles de antioxidantes y la regeneración celular de la piel, le dará un aspecto más sano y radiante.

Qué puedes hacer tú: Limpia, exfolia e hidrata tu piel cada día para eliminar la piel muerta y apagada.

  1. Te sentirás revivir, literalmente
    Qué le ocurre a tu cuerpo: El humo del tabaco provoca la destrucción de la elastina y el colágeno, esas pequeñas pero asombrosas fibras que mantienen la piel tersa y llena de vida. Líbrate del humo y verás cómo tu piel flácida recupera la vitalidad.

Qué puedes hacer tú: El ejercicio diario mejora la circulación de la sangre y fortalece los músculos, devolviendo así la tersura y elasticidad a la piel flácida. Pero, sobre todo (aunque ya lo sepas, no nos cansamos de repetirlo), ponte protección solar: es esencial para evitar que el sol destruya el colágeno que produce tu cuerpo.

  1. No fruncirás tanto los labios (al menos, no para fumar)
    Qué le ocurre a tu cuerpo: Al no tener que fruncir continuamente los labios para sostener el cigarrillo, es menos probable que se formen esas antiestéticas «líneas de fumador» y arrugas profundas alrededor de la boca.

Qué puedes hacer tú: Dejar de poner morritos en los selfis y reservarlos para alguien especial.

  1. Olerás mejor
    Qué le ocurre a tu cuerpo: Las huellas del tabaco no se limitan a ese olor que impregna tu ropa y tu sofá, también son visibles en tu piel, como esa coloración amarillenta en las yemas de los dedos.

Qué puedes hacer tú: Bebe mucha agua para rehidratar la piel y eliminar cualquier residuo. Evita las bebidas deshidratantes, como el alcohol o las que contienen cafeína.

  1. Tus heridas se curarán antes
    Qué le ocurre a tu cuerpo: Fumar retrasa el proceso de cicatrización al reducir el aporte de oxígeno a las células de la piel. Cuando dejes de fumar y aumente el número de células sanguíneas en tu cuerpo, notarás como tu piel se regenera antes y con más facilidad si te haces una herida.

Qué puedes hacer tú: Toma vitaminas (aceite de pescado y vitaminas C, B y D) para favorecer la cicatrización y acelerar el proceso de curación.